Son sólo un puñado de ideas y sueños, de los que te hacen despertar a media noche, coger un bolígrafo y papel en blanco y ponerte a escribir como una loca... Unos, carecen de sentido, otros... podrían tenerlo. Intento no retocar nada. Las mejores ideas vienen solas y son las que hay que plasmar en el papel. Como decía Picasso..."Que la inspiración te pille trabajando..."


sábado, 5 de junio de 2010

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Llegas a casa de madrugada cargado de estupefacientes y otras sustancias. Consigues meterte en la cama a pesar de que la borrachera te hubiera permitido quedarte tumbado en cualquier parte de la casa, o fuera de ella. Ahora, los estupefacientes te impiden dormir. Piensas en hacer tiempo cogiendo la guitarra y tocando un rato. Rasgas las cuerdas con unos primeros acordes marcando un ritmillo lento y pesaroso. Poco a poco, unas primeras palabras melódicas se van deslizando por tu garganta y fluyen hasta salir por tu boca. Las mejores canciones son las que aparecen sin tener conciencia de ellas.

Sin saber cómo despiertas a medio día en la cama. La guitarra está en el suelo junto a un cenicero abarrotado de colillas. Al bajar de la cama pisas con tu pie descalzo el cenicero y toda la ceniza se esparce por la alfombra. Vas al baño y quedas impresionado con el rostro de desazón que ves en el espejo. Tratas después de recordar la noche anterior. Sólo vuelve a la mente el momento de salir de casa, ir al bar de siempre, los primeros narcóticos y la cerveza. Del resto no recuerda nada. Ni siquiera la canción.

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