En unas horas volverá a amanecer y se habrá pasado otro día. Otro día más sin hacer nada de provecho. Me siento frustrada al pensar que todo ese montón de días tontos suman un elevado número y que, a fin de cuentas, es tiempo perdido que se podría aprovechar en disfrutar ciertas cosas o en hacer otras más provechosas para un futuro.
El futuro. Ese espacio de tiempo que nos atormenta y nos llena de incertidumbre. No sé si realmente el fallo de todo está en la preocupación por el mañana o por vivir al día. Todo tiene su lado positivo y negativo. Vivir al día resulta placentero y reconfortante, pero echarle un ojo al futuro nos asegura no depender de la expectativa.
Al fin y al cabo, son solo días. Días que pasan, días que recordamos, días que anhelamos…
El futuro. Ese espacio de tiempo que nos atormenta y nos llena de incertidumbre. No sé si realmente el fallo de todo está en la preocupación por el mañana o por vivir al día. Todo tiene su lado positivo y negativo. Vivir al día resulta placentero y reconfortante, pero echarle un ojo al futuro nos asegura no depender de la expectativa.
Al fin y al cabo, son solo días. Días que pasan, días que recordamos, días que anhelamos…