Son sólo un puñado de ideas y sueños, de los que te hacen despertar a media noche, coger un bolígrafo y papel en blanco y ponerte a escribir como una loca... Unos, carecen de sentido, otros... podrían tenerlo. Intento no retocar nada. Las mejores ideas vienen solas y son las que hay que plasmar en el papel. Como decía Picasso..."Que la inspiración te pille trabajando..."


domingo, 10 de octubre de 2010

La gente que me gusta. Mario Benedetti.

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Aquellos cazadores de pájaros...

Es como atrapar un sueño. Cógelo con tus manos, acarícialo para que no sienta miedo, mímalo para, al final soltarlo y dejarlo escapar. Que surge el cielo. Que despliegue sus alas. Pero los sueños, una vez que caen en tus manos, no los dejes escapar. Ponlos en una bonita jaula con la puerta bien cerrada. Son propensos a desplegar las alas mucho más rápido que los pájaros.

http://www.youtube.com/watch?v=X1ogjjWgCN4&p=D8907EF6E44AE803&playnext=1&index=19
"Pájaros en la cabeza, y volar a donde las ventanas siempre están abiertas"

domingo, 25 de julio de 2010

Todos somos Ulises


Soñamos con ser Ulises y que Penélope esté ahí esperando la llegada de su valiente hombre de mundo. Pero Penélope esta vez, no está dispuesta a esperar. Penélope tiene inquietudes, quizás más que las del propio Ulises y se prepara para efectuar su propia aventura, en la que la protagonista sea ella.
Llenará la maleta con sueños e ilusiones y cogerá un tren que la lleve a ninguna parte. Dormirá en las aceras y en bancos de los parques. Alguna vez logrará hacerlo bajo techo, pero eso no le preocupa. Sólo quiere llevar a cabo ese viaje que ha soñado desde siempre. Frecuentará tabernas y barras de bar donde escuchará las mejores historias jamás contadas. Deleitará a sus ojos con paisajes insólitos. Escuchará el ruido de la ciudad. Y sobre todo, sentirá entre sus dedos cómo el viento la acaricia suavemente.
Pero, como con el tiempo la soledad se mete dentro y no se va, Penélope un día despierta soñando con volver. Vuelve a llenar la maleta y emprende el viaje de regreso. Llega a su punto de partida, vuelve a su semilla, y encuentra que, tras pasados siete años, todo sigue igual.
Penélope que regresa convertida en Ulises, no encuentra a nadie esperándola. No hay “Penélope” que la espere.
Parece ser que en estos tiempos modernos, ya no quedan penélopes que tengan la suficiente paciencia para esperar. Al fin y al cabo, todos queremos ser Ulises. Todos soñamos con partir.

...

Como Sísifo condenado a subir eternamente su piedra, así estamos los hombres, condenados a la libertad de construirnos a nosotros mismos a cada instante.

sábado, 26 de junio de 2010

¿dónde si no en la mente de un loco?

"Sólo las cosas mentales son reales. Nadie conoce el domicilio de eso que llamamos "corporal". Su situación es una falacia y su existencia una impostura. ¿Dónde está la existencia fuera de la mente y el pensamiento? ¿dónde si no en la mente de un loco?"
William Blake

viernes, 25 de junio de 2010

Dice Zola....

"El sentimiento personal del artista está sometido al control de la verdad"

miércoles, 16 de junio de 2010

Buscar mi casualidad...

Soñamos con tener esa vida perfecta que imaginamos desde siempre, pero millones de impedimentos hacen que nuestra vida cambie de camino constantemente y se entrecruce con otras posibilidades, otros encuentros, otros destinos… Seguir el camino recto y constante hacia un sueño es difícil, muy difícil. Conforme nuestra edad avanza las ataduras son mayores y cuesta más desprenderse de ellas para llegar al lugar soñado. Al final, nos quedamos en tierra firme y vemos como otros sí que tienen la valentía de zarpar hacia nuevos horizontes, con proyectos entre las manos. Yo, quisiera partir pero no tengo un proyecto entre las manos, quisiera dejarme llevar y que las circunstancias y las casualidades marquen mi vida. Quiero moverme por casualidad.